lunes, 27 de julio de 2009

La Niña Que Ayer Fuí


Buscando patrones en el caos para encontrar el sentido me perdí, y es que mi racionalidad tiene un límite

Después de las promesas de almohada, de sentimientos eternos que desaparecen…

De tus atracos de cama…

Te echo de menos

Te echo de menos porque contigo soy yo.

Extraño el reconocerme en tu sonrisa, en el brillo de tus ojos.

Añoro tu habilidad de convertir café en teoremas

Pero ahora empiezo mi viaje y quiero olvidarme d pensar en ti

Como la niña que ayer fui, jugando sola, descubriendo el camino

Quiero perderme tanto como para perder tu rastro

Pido que me cambien de cuento, que quiero volver a inventar mi historia

sábado, 11 de abril de 2009

Paró el frío, el viento, paró la lluvia…

Paró ese sentimiento de pesimismo intelectual y esa tristeza buscada que tanto he llegado a odiar.

Hoy me duermo en el reflejo de aquello que parece un príncipe, recordando despertares del mañana, despidiéndome del ayer.

El final de una inquietud, el principio del resto.

Desde la lejanía de un silencio a la distancia de un beso, una mirada imposible. Te pienso y me da miedo, porque eres solo en mi mente, aunque me hagas sentir como nadie la belleza de lo intangible.

Solo el aquí y ahora llega como un soplo, una ilusión, que aunque nunca sea, siempre habrá sido.

domingo, 5 de abril de 2009

De vuelta al punto de origen


Cuando ya casi la había olvidado, me ha vuelto a encontrar. Esa extraña sensación que me vacía día a día, esas lagrimas que tanto he echado de más.

No entiendo en que momento me perdí, en que lugar deje de sonreír. Solo se que algo ha cambiado y no consigo comprenderme.

¿Por qué nadie escucha mi silencio a gritos?

¿Por qué nadie acude a mis gritos silenciosos?

Me invade la idea de no saber salir a tiempo de este laberinto, de no saber tomar la decisión correcta.

Pero el miedo me atrapa en esta libertad cautiva, que me asfixia dejándome sin aire.

jueves, 2 de abril de 2009

La Fille Sur Le Pont


Estoy harta…

De los te lo doy todo y me llevo más
De los respiros efímeros de una noche
De ser tu vía de escape

De ser la chica apunto de cometer un error, de esconder, de tener que callar mi imaginación, de ver que nunca me toca a mí, de ser la mala, de recordar ser olvidada, de olvidar los recuerdos y volver a tropezar.

De caminar sin rumbo y hacia atrás.

miércoles, 1 de abril de 2009

Pura Vida


Deja que te enseñe donde me secuestran los sueños, acompáñame a un lugar que sabe a coco y huele a café.

Juguemos en las olas hasta que el mar nos eche. Corriendo por la orilla, desenterrando una caracola gigante como si fuera el mejor tesoro del mundo. Perdidos en la selva con el espíritu de los primeros, desnudos en las cataratas después de la primera siesta.

Búscame sin prisas...de día...en la playa, nadando entre el coral...de noche...cerca de un volcán, imaginando la lava correr por mis venas, asustándome a cada rugido como si fuera el primero, intentando descubrir porque me seduce, porque me hipnotiza ese río de sangre.

Contémosles cuentos tristes a las estrellas hasta que el cielo decida romper a llorar...entonces abrázame fuerte y escuchemos en silencio desde la copa de un árbol, tentando a la muerte, confiando en el destino.

Si me sigues... Te espero.

Sino... Despiértame cuando llegue verano.

martes, 31 de marzo de 2009

Dentro De Mi


Imagen: Reloj de arena, Francisco Cruz de Castro.


La vida es como un enorme reloj de arena al que nunca le podremos dar la vuelta y del que no sabemos cuanto tiempo queda. Nos limitamos a ver como se escurre cada vez más y más deprisa, paralizados, dejándolo pasar. Hasta que llega un día en que la esencia de nuestros pensamientos queda enterrada bajo tormentas de arena, convirtiendo a veces nuestra cabeza en un infinito desierto, inmersa en las dunas sin distinguir el camino... Es entonces cuando nos sentimos sedientos de encontrarnos, de encontrar el sentido.


Y de repente, como si nada de esto hubiese sido real estás entre el vaivén de las olas, sin tocar al suelo, y las olas son cada vez más y más grandes y más caóticas y te golpean en la espalda mientras te ahogas en tus propios miedos sin saber cual es tu destino, negándote a creer que vuelves al origen, aunque muy en el fondo sientes que esto es un ciclo sin fin.


Pero me gusta imaginar que más allá del desierto y del océano, más allá de donde alcanzan mis ojos, hay algún lugar en equilibrio, donde todo fluye, donde hay un caos en sincronía... Donde cada instante es único y diferente, donde cada momento merece la pena. Pero ni siquiera se si ese lugar existe, y si existe: ¿Está dentro o fuera de mi?